12.30.2011

Hoy, palabra tan llena de presente. Hoy.

12.26.2011

Una palabra

Siglos después cuando se hayan olvidado los hombres de nosotros, descubrirán un poema escrito para ti y te proclamarán diosa, levantarán una escultura en tu nombre y el pendejo del escultor no te hará justicia.
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Poema titulado “Una palabra” que será encontrado siglos después de haber sido escrito.

Intensidad es una voz
Que no alcanza significado
Has descubierto
una novel forma de abrigar,
de vivir,
De destripar.

Eres borrasca
Revuelta
Mujer no es una palabra que se adapte a ti
Eres alma, sacudida
Caos.

¿No es bellísimo encontrar tanta contradicción?
Sólo un dios,
Una diosa. Una palabra.

Palabra, vocablo recién instituido
Sinónimo de las atrocidades más pulcras
De las manías más admirables
De los descaros más atinados

Una diosa, una palabra.
Que encierra y engrandece
Que destruye y resucita.

Una diosa, vida, una palabra.

Andrea.

12.24.2011

Hoy escribo con el alma expuesta.

Hoy escribo con el alma expuesta.

Y es que acabo de vivir una semana maravillosa, llena de cariño, de pasión, de imaginar sueños y realidades futuras: un sinfín de emociones y sensaciones dignas de imprimir en la historia de la humanidad. Hoy eso terminó. Así, sin más. Sin una promesa de regresar, sin una promesa de estar sin. Sólo sin. Sin.

¿qué pensar al respecto? Mi cerebro no encuentra lógica ante esta ruptura y mi corazón ansía con tirarse al drama. Sólo mi alma se mantiene expectante, sabiendo que tiene que estar a la altura de sí misma y de lo que siente. Es a mi alma a quien le debo fidelidad, y aunque antes la he traicionado, hoy me tengo que mantener estoico, valiente, fiel. El alma me susurra, de manera sabia y tierna, que le dé tiempo al tiempo, que no pierda la esperanza, pero que tampoco me cuelgue de ella. Que ame. Que ame la vida, los instantes vividos, esta semana maravillosa que inició con un sueño sobre el techo de un avión y que en realidad comenzó, como pequeñísima semilla, hace más de 3 años, con un hombre leyendo un blog. Un hombre reconociéndose en una mujer. Que ame. Eso dice mi alma, que me ame. Y lo hago. Me mantengo a la altura de mis sentimientos y mis ilusiones. Bastante trabajo me ha costado llegar a este punto.

Hoy escribo con el alma expuesta y le juro fidelidad, para estar bien conmigo, para que lo que venga lo pueda apreciar y vivir con intensidad. No sé si serás tú, mi alma me manda que no pierda la esperanza. No sé si será alguien más. O la soledad... Hoy el alma grita que luche contra mis manías y obsesiones, contra el dolor que del que a ratos quiero embriagarme, hoy me rindo ante mi alma y le juro obediencia: Lo firmo de manera permanente con un tatuaje en mi alma que dice mi nombre.

Hoy espero que te des cuenta y si no, no importa, el mundo entenderá y guardará en su memoria la semana en que las palabras, las caricias y los abrazos se inventaron para toda la eternidad. Y seguiremos, yo fiel a mi alma y tú... espero también.